Es la eterna pregunta: ¿quién vigila al vigilante? Estos arrogantes señores de chaleco y maletín, antes de la caída catastrófica de Lehman Brothers, le habían otorgado la máxima calificación crediticia. ¿Qué fuentes consultarían, que estudias elaborarían, que controles usaban? O lo que es más fácil de averiguar: ¿cuánto les untaban por sus informes? Cuando la quiebra de Islandia, donde perdieron sus ahorros cientos de miles de ahorradores británicos e irlandeses, Standard & Poor’s le tenían otorgado al país la máxima puntuación en cuanto a garantías crediticias. Con semejantes antecedentes, y sin que se les caiga la cara de vergüenza, estos tipejos, subnormales de la economía, buitres de carroñas financieras, se meten con los países más débiles, como Grecia, Portugal y España, no dándoles respiro en sus recuperaciones. ¿Con qué garantía moral o profesional, después de tan grandes cagadas? La deuda exterior y el déficit presupuestario de Francia es mayor, proporcionalmente, que el de España. ¿Acaso esta agencia de matones les ha dicho algo? Ah, pero es que Francia no es un país mediterráneo sin capacidad de respuesta. Todos los analistas de Standard & Poor’s deberían estar colgados… de sus tirantes de financieros. Repito, ¿Quién evalúa a Standard & Poor’s? Pues eso.
La oveja feroz
22.06.10
Una dedicatoria a estos subnormales:
martes, 22 de junio de 2010
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