lunes, 4 de mayo de 2009

Siempre a contracorriente

Cuando la noticia de la invención del pararrayos por Benjamin Franklin llegó a España, un sacerdote apellidado Matheu, en una hoja diocesana de Barcelona, escribió: “nos llegan noticias de que en la lejana América del Norte, un sujeto llamado Benjamín Franklin, embauca a sus conciudadanos haciéndoles creer que ha descubierto una máquina infernal que contrarresta los efectos del rayo. En verdad que la desfachatez de estos impíos no parece conocer límite. ¡Perdéis el tiempo, descreídos! ¡Nunca lograréis arrebatar a Dios sus poderes! ¡Y ojalá el rayo de la justa cólera divina caiga sobre vuestras débiles cabezas!”
Y así, la Iglesia sigue sin entender nada. Hoy se oponen a los anticonceptivos, se oponen al condón y a la planificación familiar. Siempre contra la vida, contra el hombre, siempre a contracorriente.

La oveja feroz
04.05.09


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