Según el sabio árabe Azdaschir: “La caída de los imperios que se observa con tanta frecuencia, es el resultado de que el sitial de los hombres sabios y sensatos fue ocupado por gente de ideas obtusas y de linaje oscuro; porque los pueblos fueron gobernados por incapaces, seres ignorantes, fanáticos y de audacia ciega.” ¿Cuánto te queda, oh, orgulloso Occidente?
La oveja feroz
07.03.09
Churumbeles a la carta
Hay dos formas de manipulación genética ya factibles para el ser humano. Una es la terapia genética de tipo somático, que consiste en manipular genes de las células de nuestro cuerpo que no intervienen en la reproducción. Estos genes manipulados mueren con nuestro cuerpo. Pero existe otra terapia genética que se denomina de líneas germinales, que supone la manipulación del ADN de nuestras células sexuales. Esta terapia, que presenta mayores conflictos éticos (ya probada con animales), pueden no sólo terminar con las enfermedades genéticas en las generaciones futuras, sino programar a los padres la clase de niño/niña que desean. El argumento central de la película Gattaca, a saber, el elegir niños genéticamente a medida de los padres, está ya aquí. Y no es algo a lo que los padres se opongan. Cuando sea libre encargar el descendiente que nos parezca ideal, habrá cola a las puertas de los laboratorios. Determinadas zonas del planeta elegirán tener sólo hijos con cualidades para el trabajo agrícola, en otras serán todos rubios con ojos azules y facilidad para la declinación de adjetivos, otras zonas preferirán niños de color que puedan ganar maratones. El gran supermercado del descendiente ya está a nuestro alcance. Evitemos, al menos, las ofertas 2x1.
La oveja feroz
07.03.09
Orgulloso Occidente
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