jueves, 26 de marzo de 2009

Ser bajito

La altura siempre se ha identificado con lo positivo, lo excelso, lo sublime. Dios está en las alturas, hay proyectos de altura, pilotos de altura. “Altius”, junto a “citius” y “fortius” es uno de los eslóganes olímpicos para la superación física. Este prejuicio espiritual ha contagiado a las medidas físicas de los individuos y se asume como norma que los tipos altos son más atractivos, tienen más aplomo, ligan más. Además, resulta que los habitantes de los países denominados "civilizados" suelen tener una altura superior a los de los países subdesarrollados. Ante tan arbitraria convención, y estúpida, a los bajitos sólo nos quedan dos salidas: la alianza con Lucifer o el tacón cubano.

La oveja feroz
26.03.09

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